Todo comenzó durante la crisis de la Covid-19 en abril de 2020. Brice Cornet, director general de S!MPL, estaba enganchado a las noticias en su teléfono móvil a primera hora de la mañana. Al igual que muchos líderes empresariales, examinaba ávidamente las noticias, buscando información, esperando poder anticiparse lo máximo posible a los riesgos económicos derivados de esta pandemia mundial, con un único objetivo en mente: mantener los puestos de trabajo de sus empleados a cualquier precio.

El estrés aumentando con el tiempo, Brice soportaba cada vez menos la publicidad que hacía que el acceso a los artículos y vídeos fuera lento, incluso complicado.

Un día mientras hablaba por videoconferencia con Karim, un colega y amigo de toda la vida, le compartió su fastidio. Karim le contestó que solo era el principio: "Ya verás lo molesto que va a ser, cuando tus hijos sean mayores y veas su sobreexposición a los anuncios...".

Como "viejos pioneros" que habían vivido los primeros tiempos de Internet, llegaron a echar de menos los "buenos tiempos" en los que, ciertamente, las conexiones eran dolorosamente lentas, pero los anuncios publicitarios eran, en definitiva, escasos.

Mientras hablaban, se dieron cuenta de que esta querida WEB se había convertido realmente en otro mundo, muy alejado del Internet de los comienzos. Entre los sitios que intentaban minar criptomonedas a costa de sus visitantes, los ransomwares ocultos en documentos que confiscaban los datos de los ordenadores infectados, o aquellos adwares que infectaban los navegadores para bombardearlos con anuncios emergentes: ¿dónde había quedado la dulce serenidad de los inicios?

Tras unos quince minutos, Brice le dijo a Karim: "Tenemos que reinventar Internet...".

Lo bueno de una pandemia mundial es que los empresarios entran un poco en pánico y ese pánico produce adrenalina que estimula un poco más sus ya muy creativas cabezas. Lo que podría haber sido una simple frase, soltada en una de esas tantas charlas que pueden tener dos amigos, se convirtió para Brice, en una obsesión, que se volvió en una profesión de fe.

Eso añadido a las noches de insomnio que le ofreció la COVID, Brice le dio la vuelta a esta idea un poco loca.

Técnicamente, Internet se define como la red pública mundial que utiliza el protocolo de comunicación IP (Internet Protocol). Dado que Internet se popularizó con la aparición de la Web y sus numerosos sitios, a veces el público en general confunde ambas cosas. En realidad, la Web es una de las muchas aplicaciones de Internet (correo electrónico, mensajería instantánea, sistemas de intercambio de archivos, VOIP, etc.). En términos prácticos, esto significa una gran oportunidad: todas estas aplicaciones que actualmente experimentan inconvenientes, o incluso amenazas, están todas basadas en los mismos protocolos, la misma "vías".

Poco a poco, en la mente de Brice surgió un patrón: era posible reinventar Internet, creando un servidor DNS capaz de filtrar las conexiones y bloquear los contenidos no deseados.

¿Un servidor de qué? DNS? Un servidor DNS (Domain Name Server) es un servidor que traduce un nombre de dominio en una dirección IP. Así, cuando escribes en tu navegador web la dirección www.google.com, el servidor DNS lo traducirá en "Ir a la dirección física 172.217.17.142, donde se encuentra realmente el sitio de Google". Lo bueno es que cuando un virus necesita comunicarse con el mundo exterior para enviar sus datos a un grupo de hackers, también utiliza una llamada a un servidor DNS. Lo mismo ocurre con los anuncios invasivos que utilizan un servidor DNS para llamar a las imágenes que permiten su visualización.

La idea de Brice era a la vez extremadamente sencilla y complicada: "sólo" tenía que hacer una lista de los millones de servidores que podrían estar transmitiendo contenidos desagradables y decirle al servidor DNS que si se llamaba a alguno de esos servidores, esa llamada no debía ser aceptada.

Brice llamó a Karim para compartir su idea y su creación fue inmediata: "Sí, tu idea podría ayudar a reinventar Internet...".

¡El reto estaba en marcha! #RetoAceptado

Teníamos que idear un nombre para este proyecto.

El objetivo de esta aplicación era filtrar Internet y Brice, desde el comienzo de la crisis, solía escuchar cada mañana la canción "I feel Good" de James Brown, para darse un empujón. De forma muy natural, el nombre FEELTR se hizo evidente.

Entonces se produjo el clásico rodeo de la creación de las startups: oficinas totalmente frikis:

           

           

Unos cuantos prototipos prometedores:

Y finalmente un producto acabado, a tu servicio, para un Internet más rápido y seguro..


Elegir el Internet que te mereces


PD: en realidad, la aventura no termina aquí, pero imaginamos que probablemente tengas otras cosas que hacer que leer sobre nuestras vidas... sin embargo, si te interesa, el hecho es que al crear FEELTR, nos dimos cuenta de que podíamos hacer algo grande por el planeta. Si te interesa, lee sobre la HUELLA DE CARBONO.